Autor | Jaime Ramos
La denominada como cuarta revolución industrial está aportando innovaciones tecnológicas de valor incalculable las ciudades. Ahora bien, buena parte de los desafíos que plantean esas herramientas residen en los métodos de aplicación. ¿Cómo usarlas de forma efectiva? Los nuevos modelos de gobernanza urbana poseen parte de la respuesta.
De hecho, la tecnología también está inspirando, pero a un nivel no tan vistoso, nuevos modelos de gobernanza inteligente basados, por ejemplo, en las ventajas de una administración electrónica. Por tanto, esos nuevos modelos tratan de ir más allá de la modernización de la administración para integrarse en la propia genética institucional de las urbes.
DESAFÍOS EN LA GOBERNANZA DE LAS CIUDADES INTELIGENTES
Los nuevos modelos de gobernanza están dirigidos a acometer algunos desafíos a los que las ciudades actuales se enfrentan en su propio núcleo institucional. El informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Smart City Data Governance: Challenges and the Way Forward) nos puede ayudar a vislumbrar algunos de estos:
- Incapacidad para absorber, analizar y gestionar la enorme cantidad de datos e información que proporcionan los nuevos instrumentos digitales.
- Recursos económicos y financieros insuficientes.
- Ausencia de personal cualificado para asumir estas tareas.
- Falta de aplicación de un marco de seguridad que la gestión masiva de datos requiere.
- Construir modelos flexibles y adaptativos capaces de dar con soluciones reales para las comunidades a escala local.
INNOVACIONES AL SERVICIO DE LA GOBERNANZA URBANA
Los modelos más innovadores de gobernanza tienden a trabajar en estos ámbitos:
Una gobernanza electrónica
Hasta la fecha, la irrupción tecnológica ha afectado al modo en que nos relacionamos con la administración. La digitalización de la administración a través de modelos de gobernanza electrónica permite la prestación de servicios urbanos dentro un nuevo marco, en teoría más participativo, transparente, eficiente y resolutivo. Hablamos desde cumplimentar un sencillo trámite, hasta el voto electrónico (y sus implicaciones) o hasta ciudades que ya apuestan por mundos virtuales para brindar una nueva experiencia de relación entre el ciudadano y el gobierno local.
Gobernanza adaptativa
Uno de los grandes frentes actuales. Todos estos procesos derivados de la reciente digitalización de las administraciones locales arrojan una gran cantidad de datos que pueden ser utilizados para afrontar desafíos comunitarios en todos los órdenes (sostenibilidad, salud, participación, etc.)
La gobernanza adaptativa es, en sí misma, un desafío mayúsculo que invita a dar respuestas precisas a situaciones concretas y contener un plan que contemple una estrategia ante la evolución. Las ciudades actuales encuentran diversos problemas en la gestión de esos datos: calibrar los resultados, entender su calado y la representatividad o trasladar la interpretación a política certeras.
Ante esto, se está apostando por el desarrollo de modelos granulares de gobernanza urbana. Es decir, de modelos que concentren las cualidades de la digitalización en áreas concretas, sean geográficas o de actividad.
GOBERNANZA “ALGORÍTMICA”
Por supuesto, llegados a este punto la contribución de las tecnologías de inteligencia artificial se antoja inevitable. La IA puede ayudarnos a simplificar los mencionados procesos. Ahora bien, su integración requiere la puesta en marcha de un marco que, a día de hoy, todavía se está conformando.
Compañías como Deloitte o NTT han desarrollado modelos propios que aspiran a reforzar la transparencia, imparcialidad, privacidad, seguridad y responsabilidad. El potencial de la IA resulta innegable, pero también presenta sus propios dilemas que rozan lo filosófico, como su capacidad para indicar a una comunidad cuál es la política que ha de seguir.
Mientras que a nivel administrativo estos modelos ya están presentes, cuesta más enmarcarlos (todavía) en la cúspide de los modelos de gobernanza urbana centrados en el liderazgo y la planificación estratégica de políticas.
Imágenes | Freepik/gpointstudio