Autor | Jaime RamosLa integración de la inteligencia artificial y la robótica constituyen uno de los grandes desafíos del ser humano en este siglo. Esta suerte de inteligencias superiores concebidas por el hombre, capaces de aprender y de asumir cualquier tarea, superan con creces las habilidades de sus propios creadores. Ahora bien, todavía se encuentran en una fase infantil, por lo que resulta difícil estimar sus beneficios potenciales de forma fiable.El desarrollo de la robótica atrae tanto visiones catastróficas como esperanzas de un mundo mejor. Según el estudio The Good Robot, llevado a cabo en Reino Unido, el 60% de los ingleses piensan que dentro de 50 años habrá un robot en cada hogar.El trabajo de investigación transmite optimismo en cuanto al rol de los robots. Así, el 27% de los encuestados creen que los robots nos ahorrarán trabajo, el 38% apuntan que nos ayudarán en nuestras relaciones sociales e intereses, mientras que un 13% piensan que colaborarán a luchar contra la soledad.
Japón quiere liderar la industria de los robots
Lo cierto es que ya existen innumerables ejemplos de cómo los robots están ya presentes en nuestras ciudades. Encontramos su inteligencia en su versión más abstracta a la hora de contribuir a la mejora de la habitabilidad o la gestión de los recursos energéticos. Sin embargo, también empezamos a ver la cara robótica que la ciencia ficción lleva años pronosticando.Un país, Japón, y una ciudad en concreto, Tokio, buscan ser el referente histórico de esta revolución. Lograr esa misión justifica la existencia de un departamento propio: el Robot Revolution Realization Council. La ciudad para mostrar al mundo sus resultados en los próximos Juegos Olímpicos de Tokio en 2020.El propio gobierno de Japón reconoce estas pretensiones por hacer que Japón sea la primera sociedad en integrar los robots en todos los sectores de la economía, cambiando el concepto de servicios públicos en las ciudades. Una muestra de lo que nos espera lo podemos ver en las “atracciones robóticas” que ofrece Tokio. Allí, por una módica cantidad de dinero y durante 90 minutos es posible vivir una aproximación del futuro en algunos shows turísticos.
Robots policía: Dubái los utiliza
La distopía que nos enseñó la película Robocop (1987) de Paul Verhoeven está cerca de materializarse de un modo no tan agresivo. El director holandés se “equivocó” también con el lugar donde sucedería por primera vez. No será en Detroit, sino en Dubái, donde el primer oficial de policía robótico vea la luz.Las autoridades locales han señalado que el objetivo es que el 25% del cuerpo de policía de la ciudad se robotice en 2030. Sin embargo, no piensan en sustituir al 100% de la plantilla humana o, al menos, no en todas sus funciones. La gente podrá comunicarse con los policías robots de Dubái a través de una pantalla táctil alojada en su pecho.De este modo, se podrán realizar denuncias, pagar multas o solicitar información relevante sobre la ciudad y sus servicios. Los robots, en su tarea policial y de servicio público, van más allá de las capacidades de cualquier oficial. Y es que estarán de servicio las 24 horas del día y grabarán todo lo que ocurre a su alrededor.
Singapur y sus hoteles robotizados
Otro ejemplo de cómo los robots están revolucionando ciertos servicios urbanos lo encontramos en algunos hoteles de Singapur. Allí, los robots están realizando labores de servicio de habitaciones y de entrega. En algunos casos, son capaces de ahorrar a los establecimientos unas 19,3 horas de trabajo diario. Otras tantas ciudades inteligentes no tardarán en seguir los pasos de Singapur.La cuestión con los robots, ya sean de servicio, asistencia o seguridad, se situará en definir qué papel asumirán en las ciudades del futuro. Y por supuesto, en qué sucederá con los datos que capturen durante su funcionamiento. Pero esa ya es otra cuestión.Imágenes | PhonlamaiPhoto, JIRAROJ PRADITCHAROENKUL, miriam-doerr