Autor | Diana PardoEl miedo a perder el empleo es el protagonista indudable en cualquier época de crisis. No obstante, no todas las generaciones lo afrontan de la misma forma. Diferencias de edad que se traducen en divergencias culturales están provocando cambios en la apreciación de conceptos tan básicos como la retribución salarial, y de hecho, la incorporación de los Millennials está provocando una pequeña revolución laboral.Las peticiones de los trabajadores, que cada vez son más jóvenes, no se centran ya exclusivamente en el dinero como lo hacían los boomers, sino que apuestan por la calidad de vida y la flexibilidad de sus carreras profesionales. La introducción de este valor humano en la retribución económica es lo que se conoce como Salario Emocional.
Generación Millennial, promotora del Salario Emocional
El concepto del Salario Emocional es noción relativamente moderna y que moldeará los cimientos económicos de las ciudades del mañana. De hecho, la incorporación de trabajadores jóvenes al mercado laboral, con sus nuevas exigencias y aproximaciones al trabajo ya está comenzando a notarse en algunas industrias. Se trata de una tendencia que comenzó con la Generación X y se ha asentado con la Millennial.A grandes rasgos, el Salario Emocional se fundamental en el mantra "si trabajas feliz trabajas mejor". Para ello, su adecuada implementación incluye todo tipo de incentivos no monetarios que inducen a un estado de bienestar, compromiso y motivación de los trabajadores hacia la empresa. Esto puede ir desde elementos participativos y sociales a horarios mucho más flexibles para promover la maternidad.
¿Cuáles son las medidas más exitosas de Salario Emocional?
¿Qué empresas apuestan alto por el salario Emocional a nivel Internacional?
La Consultora Great Place to Work, referente a nivel internacional dentro de los RRHH, realiza cada año un ranking internacional en el que reconoce los mejores lugares de trabajo estudiando 45 países alrededor del mundo. El salario emocional forma parte de sus claves de valoración. Enumerando algunos ejemplos concretos, Ikea es una de las mejor valoradas por sus trabajadores por razones como el café gratis, los descuentos en sus restaurantes, los planes de pensiones, las zonas de ocio y la posibilidad de acogerse a un seguro médico.La estadounidense Johnson & Johnson, por su parte, promueve un estilo de vida saludable y feliz. Sus trabajadores pueden comer gratis en la empresa y además cuentan con un seguro médico privado. Lidl, por su parte, aboga por el bienestar. Consciente de la tensión presente en el comercio minorista, esta multinacional alemana apuesta por la salud de sus empleados, implantando programas sobre alimentación saludable, ayuda para la gestión del estrés, medidas ergonómicas y promoción del deporte.
¿Por qué tanto interés en el Salario Emocional? ¿Cuáles son sus beneficios?
Una empresa que incluya salario emocional en sus ofertas de trabajo está fomentando una relación positiva con sus trabajadores. Como consecuencia obtendrá un mejor clima laboral, un menor índice de rotación (fuga de talento), unos equipos más motivados y, en definitiva, mucho más productivos.Según OCCMundial, el salario emocional incrementa un 33% de la productividad del personal, reduce un 66% de los días perdidos por baja eficiencia o incumplimiento de las metas, recorta un 51% del ausentismo por accidentes, indisposiciones o problemas personales de los empleados y consigue que el 97% de los trabajadores se sientan más vinculados a la empresa.El Salario Emocional tiene un encaje clave en las ciudades actuales, que no solo deben construirse sobre un tejido social con nuevas perspectivas y sensibilidades, sino que abogan por la calidad de servicio, la eficiencia y una correcta comunicación en todos sus estratos, desde la empresa privada a la administración pública. Objetivos que difícilmente podrán cumplirse ateniéndose a fórmulas laborales de viejo cuño.Imágenes | Toa Heftiba, Charles Koh, Joey Cheuk, Annie Spratt (Unsplash)